miércoles, 2 de noviembre de 2011

Un chip para vigilar la insuficiencia cardiaca



Un nuevo chip implantable capaz de ir midiendo cómo aumenta la presión intracardiaca antes de que el paciente experimente ningún signo externo podría convertirse en el nuevo ‘asistente’ a distancia de los cardiólogos.

Según el estudio Champion, este chip (de menos de dos centímetros de tamaño) permitió reducir hasta un 39 por ciento la tasa de ingresos hospitalarios a lo largo de 15 meses en un grupo de 550 pacientes con insuficiencia cardiaca moderadamente grave.

La presión en dicha arteria, explica por su parte Félix Pérez Villa, de la unidad de insuficiencia cardiaca del Hospital Clínic de Barcelona, aumenta unos días antes de que el paciente se sienta mal y tenga que ingresar para recibir un cambio de la medicación.

En función de los datos de aumento de la presión enviados por el sistema (bautizado como CardioMems por la empresa que lo fabrica en Atlanta), los especialistas podían indicar a los participantes cambios en el tratamiento (como vasodilatadores o diuréticos), que tuvieron un importante efecto: en tan sólo seis meses la tasa de ingresos había descendido un 30 por ciento.

Ahorro económico
“Es un estudio muy interesante”, destaca Macaya, al tiempo que recuerda que el pequeño chip ni siquiera necesita una batería, porque se activa y se recarga cuando entra en contacto con la consola externa.

Una idea en la que coincide el doctor Pérez Villa, “el dispositivo estaría especialmente indicado para pacientes que reingresan en el hospital con mucha frecuencia; en los que los beneficios sí podrían compensar el coste del chip”. Aunque concluye con cautela: “De momento no sabemos qué ocurre con el dispositivo a largo plazo, si permanece en el organismo sin riesgo; y también es posible que su uso a gran escala aumentase un poco la tasa de complicaciones de su implantación”.

Fuente: El Mundo Salud

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